El muerto en el baño

Sueños recurrentes

La habitación es cuadrada y extrañamente más pequeña de lo deseable, en un rincón un sofá color claro y opuesto a él, un pasadizo oscurecido. Las paredes son blancas y una de ellas es una ventana de cristal opaco, con una puerta en el lado izquierdo. 

Abro la puerta y entran tres amigos. Amigo 1 saluda, pero amigo 2 y amigo 3 no lo hacen, se cuelan por debajo del brazo del primero sin mirarme a la cara y entran en casa.

"Lástima, con lo que me gustaría que hubieran venido" 

Entonces decido irme por el pasillo oscuro, pues no pinto nada en mi propia casa. Giro a la izquierda cuando encuentro la primera bifurcación: un baño con la puerta medio abierta. 

El suelo es blanco al igual que las paredes, una taza y una pica. Blanco hospital. Todo  pierde interés cuando me doy cuenta de que una de la paredes ha desaparecido. En su lugar, una línea negra en el suelo, paredes y techo delimitan con otra habitación. 

Las baldosas de esta son más grandes y parecidas a mármol. La nueva sala anexa a esta es redondeada y tiene una cúpula en el techo. En sus paredes hay columnas góticas, también de color blanco y en el centro, un pedestal, que eleva lo que creo es una bañera hasta unos dos metros del suelo.

Me acerco sorprendida y entro en esta nueva sala. Un rayo de sol me sorprende filtrándose a través de la cúpula de cristal... 

¿Cómo debe verse esto desde la casa de los vecinos? 


Subo dos grandes escalones para asomarme a la bañera y veo una mano oscurecida y seca que cuelga del borde de esta.

"Un muerto..."


Me asomo más hasta ver el cuerpo de lo que parece ser una anciana medio disecada, el pálido de su piel me incomoda y contrasta mucho con el resto de la sala que es puramente blanca y sin sombras. El único color proviene del sol amarillo y de unas plantas de hojas verdes que hay en el exterior. En este momento me sobrecoge la idea de que ya no estoy en casa.

Bajo mi mirada para acertar con los escalones dirección a la puerta cuando me cruzo con los ojos del muerto que me mira intensamente.

"No puede ser..."


Su mano está muy cerca de la mía y estoy segura de que antes no era así. Se ha movido. El pánico aflora. Bajo lo más rápido que puedo sin mirar hacia arriba, pues sé de cierto que el muerto se está incorporando. Corro por el pasillo oscuro camino a la primera sala, pero debo haberme equivocado porque hace minutos que corro y no he llegado a ninguna parte. Estoy perdida en la oscuridad y decido chillar con todas mis fuerzas.

"Nombre 1"

En algún lugar, mucho más cerca de lo deseado, el muerto abre sus ojos y me mira. Lo sé, sigo corriendo hacia ninguna parte, a sabiendas de que Nombre 1 contestará pronto. Vuelvo a gritar:

"Nombre 1"

Pero no hay respuesta. El muerto va más rápido que yo, siento como cada vez está más cerca y yo más y más cansada, apenas puedo gritar, me falta el aliento.

"Nombre 1"

La voz me falla y el grito tembloroso demuestra mi miedo y debilidad. Mi punto de vista se aleja y una Olivia cae de rodillas sobre un único rayo de luz. Levanta sus manos y este se posa en su palma, se lo acerca a la cara y eso me transmite una sensación de calma.

Entonces veo al muerto a su lado, como un animal sarnoso que se le echa encima. No va a poder hablar con él, no va a poder convencerlo. La va a matar y se la va a comer, y va a morir sobre el frío suelo, sola y con un punto de luz en la mano.

Despierto.





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